El sabor amargo...

17.11.2013 18:16

Creí que era lo correcto, pensaba que era el momento, pero no quería darme cuenta que cuando sucediera ya no habría marca atrás…Necesitaba tomar una decisión que me asegurara un resultado perfecto, lo que implicaba en ese momento leer el futuro…y eso…era lo único imposible.

Pensé en nosotros, te sentí muy dentro, intente escucharte sin apenas conseguirlo pero valoraba más mi vida en aquellos momentos tan agridulces. Aún recuerdo el brillo de las estrellas como se separaban de la inmensa obscuridad, dejándole paso al miedo, ese mismo que te congela el pensamiento y bloquea la salida de tus propios sentimientos.

Presa del silencio pensé en el número de razones que tenía para hacer algo inversamente proporcional a las ganas que tenia de hacerlo, y… no eran suficientes. Lo único que realmente importaba no era la decisión en sí, sino la repercusión, y lo único cierto de todo esto es que en lo más profundo de mi ser sentía que no sabría lidiar con las consecuencias.

Me siento abatida y viviendo en dos mundos, el mundo exterior donde me siento diferente a los demás y el interior donde solo deseo encontrar la paz. Solo me queda el perdón, sé que sana el dolor del alma y en cualquier circunstancia es el sentimiento que devuelve la esperanza.

Es muy difícil perdonar pero más difícil es olvidar.